El club de la lucha, de David Fincher
Esta frase, llevada al plano del desarrollo y rol humano en la sociedad, quiere hacernos creer que aunque tratemos de distinguirnos de los demás por nuestras ideas, creencias, estilo de vida,... Somos todos iguales y pertenecemos a un mismo montón de mierda. No voy a entrar a valorar tal afirmación en dicho ámbito, cada uno puede creer lo que le venga en gana y podrá decir si el mundo le parece una mierda o no, su derecho tiene.
Pero,¿y si llevamos esto al plano biológico y químico? Puedes creerte un copo de nieve único y hermoso, si. Aunque estemos formados por los mismos componenetes, todos somos diferentes, lo dicen nuestros genes y la forma que estos tienen de expresarse, aunque nuestras diferencias tienen un cierto límite, y ese límite lo marcan los mecanismos fisiológicos que todos compartimos.
La fisiología explica como funcionan dichos mecanismos, lo que permite observar el buen (o el mal) funcionamiento del organismo. En la parte que nos toca intentaremos explicar los procesos y cambios fisiológicos que tienen lugar desde la generación de la vida humana, hasta la maduración e incluso abarcando un poco de su degeneración. Seguramente nos equivocaremos mil y una veces, incluso en este mismo texto, porque acabaremos hipotetizando sobre cosas que no entendemos muy bien o de las cuales no tenemos ni la más mínima idea. Aquí estamos para aprender a base de errar y debatir (sobre todo debatir), esperando que se nos planteen cuestiones y observaciones.
Gracias por la atención, un saludo!
PD: Vamos al revés! Con las presentaciones al final...
Este blog será elaborado por mis compañeros Óscar Bellón, Fernando Sánchez y Nicolás Wente, los cuales ya han ido aportando ciertas curiosidades del desarrollo, y un servidor, Bruno Castro. Esperamos que no os decepcione!
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